SOÑEIRO fisioterapia

Drenaje Linfático

El drenaje linfático se usa con un fin médico en diversas patologías, como en linfedemas y edemas postquirúrgicos, complicaciones linfática, entre otras; o bien, con un fin estético, como por ejemplo en celulitis, acné… .La acumulación del líquido de la linfa y su no eliminación en el torrente sanguíneo, puede conllevar problemas como:

  • Edemas. (post-quirúrgicos, post-traumáticos, premenstruales, del embarazo…)
  • Celulitis
  • Hipotiroidismo
  • Artrosis
  • Piernas cansadas o hinchadas
  • Migrañas, dolor de cabeza, vértigo
  • Artritis
  • Acné
  • Varices, Hematomas
  • Trombosis. Hipertensión
  • Fibromialgia…

El drenaje linfático es aconsejable en el tratamiento de determinadas patologías de carácter infeccioso, dermatológico, alérgico o reumático, y también en tratamiento de edemas por radiación, quemaduras o metástasis.

El drenaje linfático proporciona, además, buenos resultados en el plano estético, combatiendo arrugas, celulitis, bolsas en los ojos, piernas pesadas y aún la pérdida de cabello.

El drenaje linfático consigue la eliminación de toxinas aplicando a terapias manuales que activan la circulación linfática. Se realiza con masajes que estimulan los vasos y ganglios linfáticos, produciendo la eliminación del exceso de líquido.

El sistema linfático, compuesto por vasos capilares, conductos y ganglios linfáticos forma parte del sistema inmunitario del cuerpo humano, y se encarga del drenaje de moléculas que no puede llevar el sistema sanguíneo, a la vez que produce y distribuye células y anticuerpos fundamentales para la defensa del organismo.

El sedentarismo, la contaminación y algunos hábitos alimentarios perjudican al sistema linfático. El drenaje linfático se dirige a aumentar la movilidad en los líquidos del cuerpo humano, evitando la acumulación de sustancias en el líquido intersticial.

La estimulación del sistema linfático se efectúa aplicando masajes suaves directamente sobre la piel en las zonas del cuerpo donde se encuentran los ganglios, produciendo una sensación relajante.

 

 

Dolores Articulares

Los dolores neuromusculares y los dolores articulares (artritis, artrosis, artritis,
traumáticos, fibromialgias, fatiga crónica, …) son frecuentes en nuestro modo de vida sedentario, con jornadas laborales largas, junto con el trabajo doméstico.

El dolor muscular y el dolor crónico de espalda, hombros o rodillas es un problema generalizado, a causa de problemas cervicales o de lesiones en la columna vertebral que pueden estar originados por factores de tipo mecánico (exposición a vibraciones, el manejo, levantamiento y sostenimiento de cargas, posturas inadecuadas repetidas, debilidad muscular, … o factores psicológicos (estrés). Si a lo largo del tiempo no se corrigen estos factores, la lesión se agrava al afectar al nervio.

El dolor en los hombros, codos, pies y dedos y en las manos, rodillas y caderas, rodillas, pueden también estar ocasionados por un problema de espalda no corregido que se mantiene en el tiempo.

La medicina moderna no encuentra fáciles soluciones para eliminar estas frecuentes molestias

Debidamente diagnosticado y aplicado por un fisioterapeuta especializado, el tratamiento físico resuelve de forma eficaz gran cantidad de patologías causantes de dolor y disfunción, como -además de las relacionadas anteriormente- contracturas musculares, esguinces, desviaciones, tendinitis y otros procesos que afectan a músculos y articulaciones.

Especialmente, los dolores o malestar en el aparato locomotor como consecuencia de traumatismos, sobreesfuerzos, el mantenimiento de posturas incorrectas o movimientos repetitivos, pueden ser tratadas mediante manipulaciones, masaje, estiramientos, aplicación de frío, calor o corrientes eléctricas.