Resfriados, flemas, mucosidad, … es tiempo de fisioterapia respiratoria
La fisioterapia respiratoria es un método inocuo, sin efectos tóxicos o secundarios, con reducido coste y demostrada eficacia para el tratamiento de procesos que afectan de forma crónica al sistema respiratorio, como asma, EPOC, enfermedades neuromusculares, procesos agudos de neumonía o abceso pulmonar, o tras intervenciones quirúrgicas (trasplantes pulmonares, hepáticos, cardíacos, intervenciones torácicas).
El fisioterapeuta respiratorio, a partir del diagnóstico médico, realiza una valoración y un diagnóstico funcional y diseña un programa específico personal.
Son programas habituales los de desobstrucción bronquial mediante técnicas manuales para la eliminación de excesos de secreciones, los programas de kinesioterapia respiratoria, para corregir y prevenir la obstrucción bronquial y favorecer la respiración normal, y los de reeducación al esfuerzo, instruyendo a la persona en el empleo de ejercicios terapéuticos que eliminen las secreciones y restablezca parámetros que le permitan realizar las actividades habituales en su vida diaria.
En los casos específicos de patología neuromuscular (distrofias, esclerosis múltiple, ELA, párkinson, lesión medular, parálisis cerebral infantil, etcétera) es necesario combinar el tratamiento respiratorio con el neurológico.
Por otra parte, ciertas afecciones como mareos, vértigos, inestabilidad o zumbidos y dolores en los oídos pueden estar producidas por problemas en la columna cervical o patologías en la articulación temporomandibular. En estos casos, un tratamiento adecuado especificado por el otorrino y aplicado por el fisioterapeuta puede aliviar o eliminar la sintomatología.