Pilates
El método Pilates se centra en el desarrollo de los músculos internos para mantener el equilibrio corporal y dar estabilidad y firmeza a la columna vertebral, por lo que es muy usado como terapia en rehabilitación y para, por ejemplo, prevenir y curar el dolor de espalda.
Se comenzó a practicar por personajes famosos del mundo de la música, el cine, la danza o el deporte, habiendo alcanzado actualmente un elevado grado de popularidad.
Aunque el método Pilates admite una gran cantidad de estilos y aplicaciones distintas, existen unos principios fundamentales que deben estar siempre presentes en los ejercicios:
Alineamiento
Centralización y Concentración
Control y Precisión
Fluidez
Respiración
Los ejercicios están fundamentalmente compuestos por movimientos controlados, muy conscientes, y coordinados con la respiración, con el fin de crear un cuerpo armonioso, coordinado, musculado y flexible. A través de la práctica, la mente va tomando conciencia de las capacidades, limitaciones, fortalezas y debilidades del cuerpo para mejorar el estado físico y mental.
Es una actividad física muy técnica, donde la correcta ejecución de los distintos elementos que componen cada ejercicio es más importante que el número de repeticiones o series.
Otros dos puntos muy importantes a remarcar son la respiración y el centro de poder.
La respiración pura cumple un papel primordial en el método, reforzando la capacidad pulmonar y la circulación sanguínea y consiguiendo con ello fuerza, flexibilidad, coordinación mental y buena postura.
El centro de poder, hace referencia fundamental, aunque no exclusivamente, al músculo transverso del abdomen, cuyo fortalecimiento habilita al cuerpo a moverse libre y equilibradamente, evitando movimientos y compensaciones perjudiciales.
Parte de los ejercicios se realizan en una colchoneta, sobre el suelo.